Colombia y el rezago en la «Deep Tech» o tecnología profunda

Andrés Esteban Marín-Marín
Por Andrés Esteban Marín-Marín 5 lectura mínima

La Deep Tech o tecnología profunda se ha convertido en un término popular en el mundo de la innovación y el emprendimiento. Se refiere a tecnologías emergentes que tienen el potencial de crear avances significativos o disruptivos en su campo. Estas tecnologías, que abarcan desde la inteligencia artificial hasta la biotecnología y la robótica, a menudo se basan en descubrimientos científicos o avances de la ingeniería y pueden requerir un largo período de desarrollo debido a su complejidad y los desafíos técnicos que presentan.

Estados Unidos y China lideran el desarrollo de la Deep Tech. Estos países, con su fuerte compromiso con la investigación y el desarrollo, su sólido ecosistema de startups y la inversión en estas tecnologías, han demostrado que la adopción puede ser un motor de crecimiento económico. No obstante, Estados Unidos pasa por una recesión causada por una elevada inflación subyacente.

En América Latina, Argentina, Brasil y Chile han demostrado un crecimiento significativo en el desarrollo de tecnologías profundas. Con una representación del 80% del total de startups de Deep Tech en la región, han logrado crear un ecosistema de innovación y emprendimiento que ha permitido el surgimiento de empresas que están a la vanguardia de la tecnología profunda.

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Sin embargo, en medio de este panorama de crecimiento y desarrollo, encontramos a Colombia, un país que, según un artículo reciente de la BBC, está rezagado en el desarrollo de Deep Tech al tener solo nueve compañías dedicadas a la tecnología profunda y 0.2 startups por cada millón de habitantes. El país se encuentra en una posición desventajosa en comparación con sus pares regionales.

Son diversos los factores que influyen en la brecha científica y tecnológica

Este rezago no es un fenómeno aislado, sino que es reflejo de una serie de desafíos estructurales que enfrenta el país en su camino hacia la sociedad de la información. Siguiendo el análisis de Manuel Castells, podemos entender que no es solo una cuestión de acceso a la tecnología, también implica una transformación profunda en todos los aspectos de la vida social, económica y política.

En el caso de Colombia, la falta de inversión en investigación y desarrollo, la ausencia de políticas públicas que fomenten la innovación y el emprendimiento, y la brecha en la formación en ciencia y tecnología son factores que contribuyen a su posición rezagada en el desarrollo de la Deep Tech.

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Este atraso es aún más preocupante si consideramos que dichas tecnologías tienen el potencial de dinamizar la economía, crear empleos de alta calidad y abordar desafíos sociales y ambientales.

Es importante destacar que otros países de la región también se encuentran en una situación similar. A pesar de tener una economía estable y un sector manufacturero robusto, México también cuenta con apenas 0.2 startups de tecnología profunda por cada millón de habitantes.

Desafíos en el desarrollo de tecnologías profundas

Frente a este panorama, es imperativo que Colombia y otros países de la región enfrenten, de manera proactiva, los desafíos que impiden el desarrollo de la Deep Tech:

  1. Es necesario aumentar la inversión en investigación y desarrollo, tanto a nivel gubernamental como incentivar la inversión privada en estos campos.
  2. Es crucial desarrollar verdaderas políticas públicas que fomenten la innovación y el emprendimiento, creando un entorno propicio para el surgimiento y crecimiento de startups de tecnología profunda.
  3. Es esencial cerrar la brecha en la educación y formación en ciencia y tecnología, con el fin de preparar a la próxima generación de innovadores para liderar el desarrollo de la Deep Tech.

Además, es importante que los países de la región colaboren y compartan conocimientos y mejores prácticas en el desarrollo científico y tecnológico. La cooperación regional puede ser una herramienta poderosa para superar los desafíos comunes y acelerar el progreso hacia la sociedad de la información.

Finalmente, es crucial que los gobiernos reconozcan que el desarrollo de tecnología profunda es, sin duda alguna, un medio para la inclusión y para abordar los desafíos sociales y ambientales. En este sentido, la Deep Tech representa una oportunidad para Colombia y otros países de la región y, así, construir un futuro más próspero y sostenible.

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Periodista, especialista en Gerencia de la Comunicación con Sistemas de Información, magíster en Comunicación, maestrando en Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), exárbitro de fútbol, Líder Catalizador de la Innovación y profe universitario.
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