En la imagen, Isaac Meneses Cabrera, el joven arquero itagüiseño que deslumbra con su destreza en el campo de tiro del estadio Santiago Santacruz Rambay en Apartadó, Antioquia. Listo para conquistar cada sueño que apunta con su arco y flechas, él personifica la magia de los Juegos Deportivos Departamentales.
En un lugar especial de Apartadó, en el cual la realidad se entrelaza con la magia de los Juegos Deportivos Departamentales, emerge un joven que desafía la edad con la destreza de un verdadero arquero itagüiseño. Isaac Meneses Cabrera, de nueve años, estudiante del Centro Educativo Marcelino y sus Amigos, se convierte en el protagonista de esta historia, donde el arco, las flechas y la diana se transforman en un ritual encantador que revela los secretos de su corazón.
Isaac, con su voz de niño sabio, reconoce su mundo fascinante de amor por el tiro con arco. «Es muy bueno», dice con una sinceridad. Su risa es el eco de la diversión que encuentra en el deporte, y sus ojos brillan con la certeza de que la arquería va más allá de la simple destreza, «es un encanto de alegría y beneficios».
(Audio) Palabras de Isaac Meneses Cabrera.
Con su estatura de 1.27 metros y su concentración en la línea de tiro, visualiza cada flecha como un sueño que se materializa en el amarillo. Sus palabras, como las flechas que lanza, vuelan con la gracia de quien entiende que, en la vida y en el tiro con arco, la presión es solo una sombra que se disipa ante la relajación y la confianza.
Isaac, con sus palabras, deja un mensaje que flota en el aire cargado de magia de esta crónica: «¡qué Dios los bendiga y que sigan el deporte que quieran!».
Con un adiós sencillo, pero lleno de significado, se despide, dejándonos con la certeza de que, en el tiro con arco y en la vida, los sueños son la flecha que siempre encuentra su camino hacia el corazón.