#En200Palabras:
Puedo afirmar que Freddy Eusebio Rincón Valencia, el ‘Coloso de Buenaventura’, fue uno de los mejores mediocampistas que he visto jugar en mi vida. Por su orden táctico, despliegue físico, temperamento y alegría, se empezó a hablar del volante moderno, ese de ida y vuelta, con equilibrio: recuperación, llegada y gol.
Nunca olvidaré, siendo un niño, ese grito que pegué con su gol histórico en el último minuto frente a Alemania y que significó el empate con la campeona del mundial del 90. Asimismo, recordaré sus dos anotaciones en la goleada a Argentina por 5-0.
Siempre estaba atento a sus partidos con el Real Madrid, aunque algunos trascendieron más allá de lo futbolístico. Era el único integrante de la plantilla merengue de origen afro. Varios fueron los hechos de racismo, pero resignificó un cambio sociocultural y abrió el camino para que africanos y suramericanos jugaran en Europa.
Rincón También militó en el Napoli, de Italia. En el mundo no existía un jugador con ese perfil. Era el indicado para estar con los grandes.
Lo vi jugar en Brasil mejor que cualquier brasileño, donde fue líder e ídolo en Palmeiras, Santos, Cruzeiro y Corinthians, tanto que, en 2000, levantó la primera copa mundial de clubes como capitán de este último equipo.
Gracias Freddy Eusebio.