Producción sonara que relata las confrontaciones sociales, culturales, políticas y económicas en los barrios de Medellín, Colombia, a través de las miradas y experiencias de los árbitros de fútbol. Las canchas de arenilla se convirtieron en territorios para la disputa de poder, pero, también, una manera de superar circunstancias adversas.
© Realización e investigación: Andrés Esteban Marín Marín. Asesor académico: Gonzalo Medina Pérez. Locución general: Jarvi Augusto Escobar Sánchez. Música original: Miguel Roldán. Grabación: Centro de Producción de Televisión de9 la Gobernación de Antioquia. Publicación: 2009 – Universidad de Antioquia.
Génesis de una vocación incomprendida – Primera entrega
Luis Alberto Lezcano, Omar Tapias, Julio Mesa y José Alfredo Franco son cuatro árbitros del fútbol aficionado en Medellín. Ellos narran cómo llegaron a “vestirse de negro” y dirigir partidos en las canchas de los barrios, en una época donde se escenificaban conflictos sociales por el narcotráfico. El arbitraje se convirtió en sus estilos de vida y vocación: unos llegaron a tomar un silbato por casualidad y otros porque desde niños lo anhelaban.
La autoridad y la justicia en la cancha – Segunda entrega
Era una época hostil. En los barrios de Medellín se presentaban conflictos sociales y a los ciudadanos les rodeaba una atmósfera de temor por una violencia encrudecida fruto de las secuelas del narcotráfico y la lucha de poderes. Las canchas de fútbol se convirtieron en espacios referenciados por las bandas y los grupos ilegales. Los árbitros relatan cómo se ganaron el respeto. Cada uno aplicaba la justicia de una manera diferente.
El árbitro fuera de las canchas – Tercera entrega
El secuestro del árbitro profesional Armando Pérez Hoyos y la muerte de su colega Álvaro Ortega Madero tuvo repercusiones no solo en el balompié profesional, también en el aficionado. Los jueces no eran respetados. Ellos narran cómo incursionaron en temas de sobornos, complots, intrigas y pactos de silencio. Unos fueron conscientes y otros no. También cuentan cómo Pablo Escobar pretendía llegar a la presidencia del colegio de árbitros, tenía el apoyo de algunos árbitros.