#En200Palabras:
Siempre, cada año, en las primeras semanas de enero, justo con el desarrollo del Festival de Festivales que organiza la Corporación Deportiva Los Paisitas, recuerdo aquella frase que nos reiteraba el profesor Luis Alfonso Marroquín en encuentros de fútbol, “a los niños hay que tratarlos como adultos y a los adultos hay que tratarlos como niños”.
Los chicos son grandes con cada partidos del Babyfútbol televisado y con las respuestas maduras y audaces a preguntas efectuadas por los periodistas. También su lenguaje se enriquece: no hablan de contragolpes sino de transiciones rápidas.
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El juego es una excelente estrategia para fomentar los valores a través de las emociones y de las experiencias. En este encuentro infantil se evidencia cómo los niños socializan y crean lazos de amistad. Es el lugar para entender la filosofía del juego limpio.
No solo los chicos aprenden, también enseñan y transmiten con madurez valores, como la inclusión y la aplicación de conceptos de género.
Por su parte, en los escenarios deportivos donde se lleva a cabo el Festival de Festivales, los padres de familia, los abuelos y los hermanos se vuelven niños, gritan, aplauden, sueñan, se ilusionan y hasta se impacientan. Los familiares se sienten orgullosos.