Crónica publicada en Indeportes Antioquia.
A Jonathan Stiven Amaya Mira lo conocen más por su segundo nombre. Temprano llegó a la pista del Multipropósito del barrio La Habana, en Salgar, uno de los escenarios donde se disputaron las pruebas de atletismo.
Calentó y charló un poco con sus compañeros antes del anuncio para su primera competencia: los 100 metros planos, la llamada prueba reina de la disciplina.
“Es un honor competir en la final de los Juegos Campesinos. Esto es una fiesta. Me hace feliz ver a mis amigos de otras subregiones que disfrutan de todo esto. Entonces la competencia pasa a un segundo plano porque primero está el compañerismo y compartir experiencias, eso es lo más bonito”, expresó Stiven previo a su participación.
Se acomodó el número que portaba para que no le impidiera el movimiento durante la prueba. Señal de salida por parte de los jueces y corrió como nunca. Frenó los cronómetros en 12.7 segundos y se convirtió en el más rápido para reclamar su primero oro.
“Cuando uno corre es inexplicable. Simplemente es enfocarse en los objetivos y tratar de hacer mejor, pero a veces uno se olvida del mundo”, indicó Steven, sin aún conocer la marca realizada.
Minutos después compitió en los 400 metros planos y logró, de nuevo, cruzar en la primera posición, al registrar 1.02.2.
“Esta fue una prueba más táctica y tuve que estar pendiente de la distancia, de los rivales y de uno mismo. Guardé un poco cuando arranqué para el remate final. Administré mi recurso y faltando cien metros pude finalizar a mi máxima velocidad”, explicó su estrategia para una nueva victoria.
Stiven es de la vereda San José de la Ahumada de Santa Rosa de Osos. Allí es profesor de básica primaria, donde trabaja con un enfoque para buscar y fortalecer habilidades para la vida.
Al atletismo llegó porque se sentía feliz al pisar una pista, pero el deporte que ha practicado toda la vida es el fútbol. En la final de los Juegos Deportivos Campesinos también participa como asistente técnico del seleccionado de fútbol de su municipio.