En la foto, Ximena Cuello, con su sonrisa luminosa, el banderín en mano y sus trenzas doradas, es sinónimo de valentía.
En un rincón sagrado, donde las historias se entrelazan con el verdor de los campos de fútbol, está Ximena Cuello, una árbitra que desafía tanto las reglas del juego como las convenciones de género. Su historia, tan única, se convierte en un cuento que mezcla la pasión por el fútbol con el resplandor de una mujer valiente.
En Apartadó, en los Juegos Deportivos Departamentales, en ese lugar donde los sueños y emociones brotan por montón, Ximena lleva con orgullo la escarapela que la vincula a la Corporación Arbitral, Social y Deportiva de Antioquia, Casda. Pero su presencia va más allá de los símbolos, es un hechizo que envuelve cada partido con una magia única.
Con 22 años y residente de Chigorodó, se convierte en una figura destacada por sus habilidades arbitrales. Más allá de las líneas del campo, teje sueños con colores vibrantes. Entre morados, azules y actualmente rubios y castaños, sus trenzas son un lienzo que resaltan su identidad y piel con orgullo.
Su historia comienza de manera inesperada. Ximena, apasionada por los números desde pequeña, encontró en el arbitraje una fusión perfecta. Es estudiante de contaduría en el SENA.
Aunque sus caminos parecían divergentes, se unieron en una narrativa donde los números y el deporte forman una sola sinfonía. Pero sus sueños van más allá: aspira a convertirse en enfermera y alcanzar el profesionalismo como árbitra, desafiando convenciones con cada paso.
Rompiendo paradigmas
En una entrevista reveladora, Ximena confirmó cómo su entrada al mundo del arbitraje fue más un giro inesperado que una elección planeada. Su valentía para desafiar las expectativas la llevó a ocupar su lugar en un terreno predominantemente por hombres, “lo cual demuestra que las mujeres también pueden brillar en este universo”, como ella lo expresó.
Cada movimiento en el campo es un capítulo en un relato donde su amor por el fútbol danza en armonía con cada decisión tomada. Para Ximena, este deporte es una entrega profunda que se vive con intensidad. Cada partido es un capítulo emocionante en su historia, donde la determinación y el amor por el juego se entrelazan.
Con las trenzas doradas como estandartes de su identidad, Ximena Cuello es un relato que se adentra en el alma del fútbol y deja una huella resplandeciente en el universo arbitral, donde su valentía, determinación y sueños resuena en cada rincón de Urabá.