Acercamiento a Patrick Charaudeau para comprender las dinámicas discursivas

Andrés Esteban Marín-Marín
Por Andrés Esteban Marín-Marín 5 lectura mínima

Este documento constituye un acercamiento a la semiolingüística desde el aporte de Patrick Charaudeau, al describir y al analizar el circuito que se establece en su propuesta de la Teoría de la Enunciación, las estrategias discursivas y las identidades de los actores en los asuntos públicos y políticos.

Lo primero es entender, como lo hace Escamilla (2001) al retomar el postulado de Charaudeau, que “la semiolingüística es una sicosociología del lenguaje en la medida en que busca dar cuenta de los fenómenos del lenguaje como resultado de la puesta en escena de un sujeto que es, a la vez, un ser sicológico y un ser social”.

Por su parte, en el momento de realizar cualquier análisis es necesario tener claro el concepto de la enunciación, el cual se refiere a la puesta en escena del discurso a través de los enunciados, en el que se establece una relación entre el enunciador (quien produce el enunciado), el enunciado (la puesta en escena del lenguaje) y el enunciatario (quien asimila el enunciado).

El análisis enunciativo “se centra exclusivamente en el contenido temático de los actos de lenguaje, extrayendo lo esencial” (Charaudeau, 1986).

Por lo tanto, las teorías de Charaudeau son tratadas desde el contexto sociales y las diferentes situaciones comunicativas y discursivas de los actores, lo que conlleva a conformar “un doble circuito de habla, estableciéndose de esta manera una configuración discursiva, en la que se evidencian dos componentes: uno comunicacional y otro discursivo” (Pérez y Quintero, 2010).

Dicho circuito permite comprender e identificar las dinámicas discursivas de los participantes en la política en América Latina e, inclusive, las posturas de los medios de comunicación.

Asimismo es importante anotar que las estrategias discursivas son formas utilizadas en el lenguaje para indicar una intención o intereses, según la situación presentada.

“De esta manera Charaudeau se constituye como un gran analista de la publicidad, de la prensa y otros medios comunicativos, lo cual enfoca hacia las investigaciones enunciativas y discursivas” (Pérez y Quintero, 2010).

El circuito esbozado por Charaudeau (1986) constituye una amplia configuración discursiva, por medio de diversos actores que conforman la producción comunicativa. Por esta razón, para Pérez y Quintero (2010), “ya no estamos ante un locutor e interlocutor, sino que se evidencian individuos biopsicosociales que aparte de estar físicamente en la comunicación, también son sujetos que construyen sus discursos a partir de sus razones psicológicas y de sus contextos sociales”.

Mientras tanto, las Teorías de la Enunciación se refieren al proceso en el cual un participante (actor) convierte lengua en discurso y que, sin duda alguna, son acciones complejas.

Las piezas discursivas deben cumplir tres campos de problematización de las ciencias sociales: práctica de regulación, relaciones de fuerza y procesos de significación (Charaudeau, 1986):

  • En el primero: se intenta reconocer normas y principios creados socialmente.
  • En el segundo: se observa la relación de poder, la lucha de intereses, relaciones de alianza.
  • En el tercero: se encuentran los imaginarios y las representaciones sociales (la realidad se construye discursivamente).

Por tanto, y tratando de comprender las complejas dinámicas en América Latina, “el derecho a la palabra no se da nunca de antemano, que no es un hecho natural: este derecho lo otorga la situación en la que se habla” (Charaudeau, 1986).

Es decir, los ciudadanos cuentan con conocimientos previos, lo que lo faculta para actuar de manera competente frente a lo expuesto por los candidatos, con elementos conocidos con anterioridad, a lo que se puede distinguir como noción de Contrato Comunicativo.

Además, “todo sujeto hablante debe tener credibilidad, y él mismo, consciente de esa necesidad, deberá actuar de manera a hacerse creíble” (Charaudeau, 1986).

Sin embargo, el destinatario del acto del lenguaje no está obligado a aceptar el intento de este. “Para ello pone en práctica una estrategia, organizando su discurso de tal modo que persuada o seduzca a su interlocutor” (Charaudeau, 1986).

Referencias

  • Charaudeau, P. (1986). Semiolingüística y comunicación. Recuperado el 5 de junio de 2014, de Le site de Patrick Charaudeau: http://www.patrick-charaudeau.com/Semiolinguistica-y-Comunicacion.html
  • Pérez, J., & Quintero, E. (2010). Hacia el análisis semiolingüístico del discurso periodístico: Estudio comparativo de los periódicos pereiranos el diario del Otún y La Tarde. 147.
  • Escamilla, J. (2001). Fundamentos semiolingüísticos de la actividad discursiva, Cap. 3, 4, 5. Ed. Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico. Barranquilla, Colombia. Pág. 27-67.
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Periodista, especialista en Gerencia de la Comunicación con Sistemas de Información, magíster en Comunicación, maestrando en Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), exárbitro de fútbol, Líder Catalizador de la Innovación y profe universitario.
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