- Una corta reflexión que deja Nostalgia de la Luz, reportaje del realizador chileno Patricio Guzmán.
A menudo escuchamos que la ciencia es algo nuevo, que está relacionada con la tecnología y la innovación, pero la ciencia también es pasado, como lo manifiestan los astrónomos al mirar los detalles del universo en el Desierto de Atacama, en Chile.
Cuando miramos el pasado es encontrarnos con sentimientos, percepciones y la observación de las dinámicas que nos permitirán enfrentar un futuro.
Precisamente, esto es fundamental para comprender nuestros orígenes. A su vez, lleva a la formulación de nuevos interrogantes, los cuales estarán presentes para encontrar las posibles respuestas.
En la observación científica no existe el presente, según la astronomía y la arqueología. Bueno, el pensamiento podría ser el único presente, de resto es pasado.
Es un concepto compartido por estas dos áreas del conocimiento (astronomía y arqueología), para tratar de encontrar los misterios del universo y de la humanidad, desde el génesis y la misma cotidianidad.
En cada paso que damos dejamos una huella valiosa, que el mirarla detenidamente podemos comprender desde diversas dimensiones, permeadas por necesidades sociales, políticas y económicas.
Por tanto, la ciencia también es historia, es memoria.