#En200Palabras:
Me compartieron esta foto. No la recordaba. Sí, ese flaco, con pantalón ancho, botas remangadas, camiseta desaliñada y gafas, soy yo.
Transcurría la mañana del 16 de septiembre de 2005 y, allí, en uno de los auditorios del bloque 10 de la Universidad de Antioquia, con micrófono en mano, el cual estaba conectado a un viejo bafle y producía un poco de interferencia, estaba empoderado hablando de realidades sociales.
En la otra mano sostenía unos cuantos folletos que entregaba a los asistentes, quienes, en su mayoría, eran estudiantes de ingeniería ambiental, biología o sociología. Algunos amigos periodistas también estaban.
Y…, ¿de qué hablaba? De sostenibilidad: de la importancia de proteger el medioambiente y preservar la capa de ozono.
Mejor espacio no podía existir para discutir sobre las realidades a causa del cambio climático. Se trataba de algo poderoso, que, para algunos, era prohibido mencionar, bueno, todavía lo es, tal vez por intereses individuales, económicos o ideológicos.
Lo que allí se habló fue replicado por medios de comunicación locales y nacionales.
Para dicho momento, aquel muchacho, el de la foto, era estudiante de periodismo y jefe de prensa del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono del Ministerio de Ambiente. También apoyaba las jornadas ambientales universitarias.