El valor de ser auténtico: más allá de un atleta campeón

Andrés Esteban Marín-Marín
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#En200Palabras:

El protocolo se cumplió conforme a lo establecido. Los deportistas recibieron, con orgullo, su medalla que los acreditaba como los mejores de los Juegos Intercolegiados. Mailor Rodríguez, atleta de San Jerónimo, lo vi dos veces en lo más alto del podio y levantar sus brazos.

Lo busqué para entrevistarlo. Aún, en su pecho, las dos preseas de oro que ganó en 200 y 3.000 metros planos. Sonriente y feliz, estaba con sus compañeros del seleccionado de atletismo de su municipio.

Todo transcurría normalmente. Me contó que tenía 15 años, que estudiaba décimo grado en la Institución Educativa Escuela Normal Genoveva Díaz y que también era patinador. Asimismo, que prefiere correr los 3.000 metros porque es para lo que se está preparando.

–»¿Qué les dirás a tus compañeros del colegio cuando te vean con esas medallas?», le pregunté.

–»Pues…, ¿qué les voy a decir? Nada. Estoy feliz por mí y no les diré nada», me respondió.

Al principio me pareció como regaño. Me quedé pensando y, al rato, lo percibí diferente. De esas respuestas positivas. Es ser uno mismo, único y auténtico. No hacer las cosas por los demás, es hacerlas para uno mismo, para estar y sentirse bien, ¡para ser feliz!

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Periodista, especialista en Gerencia de la Comunicación con Sistemas de Información, magíster en Comunicación, maestrando en Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), exárbitro de fútbol, Líder Catalizador de la Innovación y profe universitario.
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