Un reciente estudio realizado por investigadores del Reino Unido sugiere que el chatbot ChatGPT de OpenAI tiene un sesgo liberal. Esta indagación destaca los desafíos que enfrentan las empresas de inteligencia artificial al intentar controlar el comportamiento de sus bots, a pesar de que estos se están introduciendo a millones de usuarios en todo el mundo.
El estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Anglia del Este, le pidió a ChatGPT responder una encuesta sobre creencias políticas, como si estuviera reflejando las respuestas de simpatizantes de partidos liberales en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Posteriormente, se le pidió al bot responder las mismas preguntas sin ninguna indicación y se compararon ambas respuestas.
Los resultados mostraron un «sesgo político significativo y sistemático hacia los demócratas en EE.UU., Lula en Brasil y el Partido Laborista en el Reino Unido», indicaron los investigadores.
El rol de los chatbots en la sociedad actual
A pesar de los esfuerzos de los creadores para controlar posibles sesgos, los chatbots están impregnados de suposiciones, creencias y estereotipos que se encuentran en los vastos datos recopilados de internet con los que son entrenados.
Los chatbots se están convirtiendo en una herramienta diaria para algunas personas, utilizándolos para resumir documentos, responder preguntas y ayudarles en la redacción profesional y personal.
ChatGPT informa a los usuarios que no tiene opiniones o creencias políticas, pero en la práctica, muestra ciertos sesgos. Fabio Motoki, uno de los autores del estudio, señaló que existe el peligro de erosionar la confianza pública o incluso influir en los resultados electorales.
OpenAI ha declarado que instruye explícitamente a sus entrenadores humanos para que no favorezcan a ningún grupo político específico. Cualquier sesgo que aparezca en las respuestas de ChatGPT son «errores, no características», afirmó la empresa tecnológica.
El impacto de internet y las redes sociales en la política
El debate sobre cómo las redes sociales e internet afectan los resultados políticos ha persistido durante años. Los chatbots generativos, como ChatGPT, Bard de Google y Bing de Microsoft, se basan en «modelos de lenguaje amplio», que han procesado billones de frases del internet abierto.
Sin embargo, debido a que están entrenados con tanta información, las empresas que los construyen no verifican exactamente qué se introduce en los chats. El internet refleja los sesgos sostenidos por las personas, por lo que los bots adoptan esos sesgos.
Casi tan pronto como se lanzó ChatGPT, activistas de derecha comenzaron a acusarlo de tener un sesgo liberal, después de que se publicara en medios de comunicación que escribió un poema elogiando al presidente Biden.
Por lo tanto, la inteligencia artificial y los chatbots están desempeñando un papel cada vez más prominente en la sociedad, y es esencial abordar y comprender los sesgos inherentes para garantizar que estas herramientas se utilicen de manera justa y equitativa.