Crónica emitida en La Voz del Deporte Antioqueño, programa institucional de Indeportes Antioquia que se transmite por la Emisora Cultural Universidad de Antioquia (26 de febrero de 2022).
Roosevelt Castro Bohórquez, desde que tiene uso de razón, es un apasionado por el periodismo deportivo. En la escuela, cuando niño, redactaba las noticias y las escribía en el pizarrón. El polvo que se desprendía de las tizas se convertirían en sus primeras huellas.
Roosevelt es oriundo de Villarrica, Tolima. Su papá trabajó con la Federación Nacional de Cafeteros y por eso, en compañía de su familia, constantemente se radicaba en diferentes pueblos.
En tantos lugares su nobleza resaltó. Corazoncito, así lo conocían en las calles. Se vestía de payaso y con versos y charadas, se ganaba algunos centavos. Los ahorraba para ayudar a los demás.
Sus primeros espacios en recorrer, ya en Medellín, fueron los de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot. Estudió en el Liceo Marco Fidel Suárez y, allí, participaba en el periódico escolar con la redacción de las noticias deportivas.
Sin saberlo, se convirtió en líder. Con el popular Pico y Monto, organizaba partidos de fútbol callejero para mantener a sus amigos ocupados. Desde ese momento se interesó por el fútbol y buscó las maneras de sumar experiencia. Con el tiempo, realizó cursos de técnico y de árbitro.
Roosevelt estudió comunicación social y periodismo en la Universidad de Antioquia, donde recorría los pasillos con su tradicional maletín de cuero ABC y, de este, sacaba documentos académicos sobre el lenguaje bélico en el fútbol, como forma de sensibilización.
Pasó por la radio, la televisión y la prensa local. También ha explorado los medios digitales para llegar con su mensaje de convivencia. Uno de sus proyectos destacados es Historias a la Redonda, en el cual ha entrevistado a reconocidos personajes del contexto nacional y mundial.
Agapito Silba, un personaje creado y caracterizado por Roosevelt, se convirtió en la posibilidad de vincular el periodismo deportivo con el arbitraje.
El arbitraje didáctico, como él mismo lo expresa, era su oportunidad para enseñar dentro de las canchas.
Y así nació la tarjeta verde para el fútbol. En una época compleja para los jóvenes en Medellín. El objetivo de su implementación: premiar las buenas acciones.
Para Roosevelt, la cartulina verde se convirtió en su filosofía. Es su principal promotor. Recorre escenarios académicos para invitar a su uso.
Actualmente, la tarjeta, se implementa en diversas canchas del mundo, con el enfoque humanístico que, desde un inició, Roosevelt ha compartido desde la década de 1990. Sueña con que su iniciativa sea incorporada por la FIFA en las reglas de juegos.